Movimientos de esgrima: Ataques y acciones ofensivas

Una vez que hemos comprendido la posición básica y los desplazamientos toca comprender un aspecto fundamental de la esgrima: el ataque. Para entenderlo tenemos que saber la morfología de nuestra arma.

Por ejemplo, en la esgrima deportiva, la espada (Épeé) está especializada en ataques de estocada, en los que se intenta "pinchar o clavar" al contrario. El florete también se basa en las estocadas, mientras que el sable deportivo está especializado no solo en punta, sino también en filo (es decir, si fuese un arma real podría cortar con facilidad). Esto no solo es esencial en la esgrima deportiva, sino también en la histórica, donde existen más armas, por ejemplo, una espada larga o una de mano y media podría tanto estocar como cortar. 

Por esto, nos centraremos principalmente en los ataques de estocada, que son comunes casi en todas las armas. Tenemos varios movimientos básicos:

El fondo. Se le conoce así a un movimiento gracias al cual podremos llegar a nuestro adversario y simplemente tocarlo con la punta de nuestra arma. Debemos seguir los siguientes aspectos para entenderlo:

• Estirar el brazo armado más o menos en línea recta para así poder llegar hasta el rival sin que este tenga posibilidad de alcanzarnos.
• Se impulsa hacia delante la pierna adelantada, logrando estirarla.
• Se realiza una "extensión" en la pierna izquierda, la retrasada, buscando la máxima velocidad posible.
• Una vez la pierna derecha entra en contacto con el suelo, se flexiona levemente, formando una especie de ángulo de 90º. La otra pierna se estira más, permitiéndonos un mayor alcance y haciendo que nuestro cuerpo quede inclinado hacia delante. Así lograremos tocar al contrario en un movimiento de gran efectividad.                                                                                                     
  

La flecha. Este movimiento consiste en una especie de desequilibrio, por lo que en una situación de combate real no se debería de usar, pero en esgrima deportiva, donde no existe el riesgo, resulta efectivo. Para entenderlo seguiremos los siguientes preceptos:

• Desequilibrar el cuerpo en dirección al adversario, dejando nuestro peso en la pierna adelantada y flexionarla un poco, como si nos "cayésemos hacia delante".
• Estiraremos completamente el brazo armado para conseguir alcance.
• Para evitar la caída y recuperar el equilibro, adelantaremos la pierna retrasada.

No recomiendo usar este movimiento a no ser que la ocasión sea ideal para conseguir toque. La flecha tiene como principal ventaja su alcance y su "espontaneidad". Sin embargo, tiene un inconveniente grave, y ese es que nos costará volver a la posición de guardia y no tendremos ninguna manera de defendernos de nuestro rival si fallamos. Por lo que es una acción algo "kamikaze"...

El toque: es el ataque principal, básico y obvio. Consiste en alargar el brazo, apuntando nuestro objetivo y lograr tocar con la punta de nuestra espada. No es tan efectivo en sable u otras armas más especializadas en el corte. Si hay algún obstáculo (como la espada del rival) a la hora de realizar el toque, deberemos emplear distintas técnicas para conseguirlo. Al movimiento más sencillo del toque se le puede llamar golpe recto, aunque las terminologías suelen cambiar dentro de la esgrima en España.

Tenemos diversas posibilidades, como pueden ser "enganchar o parar" el filo de nuestro adversario protegiendo nuestra mano en la cazoleta (en la espada y el florete) y así podernos echar hacia delante logrando toque. Debemos tener cuidado, o de lo contrario el rival podría, por ejemplo, darnos un toque en la cabeza.

También se podría soslayar su parada, moviendo nuestra espada hacia el otro lado de su mano y así no encontrar obstáculos para hacer toque. Una vez más, el adversario podría realizar un "contramovimiento", tocándonos él antes, así que es importante tener cautela.

Otra manera de lograr toque cuando el rival coloca su espada entremedio podría ser "apartando" la hoja del adversario. Podremos lograrlo mediante un rodeo del arma contraria por el lado de su punta o empleando nuestra cazoleta y nuestra hoja.

Generalmente, todas estas técnicas suelen tener una manera de contrarrestarlas, ya sea estirando el brazo, bajando la hoja o alzándola, así que deberemos tener cuidado. Existen distintas maneras de emplear estos toques, por lo que os dejo este vídeo en el que especifica más acerca del ataque...